miércoles, 30 de abril de 2008

SOBRENATURALES


Existen a nuestro alrededor grandes misterios. También los hay pequeños, a menudo mucho más interesantes, como bien le gustaba recalcar a Sherlock Holmes. Un observador medio puede notar varios a lo largo del día, la mayoría de las veces encontrará una explicación razonable y en algunas ocasiones o no lo hará o desesperará antes de hacerlo. Un ejemplo de estos pequeños misterios insolucionables lo tenemos tan solo a dos clicks de ratón de aquí.

Cuando cree mi personaje, por darle una personalidad afín al tema que pensaba tratar en este nuestro blog decidí poner como película preferida "Al diablo con el diablo". Esto no sólo no es cierto sino que no la incluiría entre las películas que me hicieron disfrutar, ni tan solo un poco, el hecho de estar ahí es por mi (poco) sentido del humor. Cual fue mi sorpresa cuando al pinchar en el enlace que se forma sobre el título, aparecieron 118 personas que también habían incluido esa película como una de sus preferidas.

Esto por sí solo no representaría ningún misterio, cada cual es libre de elegir el film que desee como su favorito, pero si penetramos un poco dentro de lo lógico, encontramos una extraña coincidencia.

Todos las personas que aparecen en esa relación proceden del continente Americano.

Ahora no intente descubrir qué mecanismos actúan para que esa anomalía se cumpla, sé que es extraordinario que de 118 personas castellanoparlantes a las que le gusta dicha película, ninguna sea de España, pero simplemente es así y por más vueltas que le dé no sacará nada en claro. Pero existen otros misterios, ya tengan una gran magnitud o pasen desapercibidos para el gran público, que por su naturaleza sí podemos deducir qué situaciones se han dado para que sucedan. Y aquí es donde entran los personajes de esta historia, siga leyendo y cuando acabe juzgue usted mismo si el misterio es insondable o por el contrario tiene una fácil explicación.

Rob Gauntlett y James Hooper son dos jóvenes británicos de 19 años que, a la edad en la que deberían haber estado grabando con el móvil como le quitaban la merienda al nerd de la clase, decidieron convertirse en aventureros. Apenas tenían 15 años. El primer reto fue hacer una famosa ruta ciclista del Reino Unido que consiste en atravesar literalmente de Sur a Norte la isla de Gran Bretaña. Se llama la "Lands end to John O'Groats", consta de 874 millas y al acabarla Rob se convirtió en el participante más joven en completarla.

Después de esto les vinieron delirios de grandeza y en un arrebato de flipadismo decidieron que serían los británicos más jóvenes en escalar el Everest. Empezaron a preparar su reto y acudieron a la zona de Chamonix, en la falda del Mont Blanc, para entrenarse. Más tarde numerosos viajes por Europa para seguir con su entrenamiento alpino, y entonces una gran empresa. Se plantaron en la cordillera Karakorum, en el norte de Pakistán, para ascender un 7000 pero el mal tiempo y una tormenta de nieve frustró sus esperanzas y no pudieron alcanzar la cima, y aunque la experiencia les fue muy bien para el futuro, tal vez un poco escaldados por el varapalo sufrido, decidieron cambiar de tercio y entrenar de nuevo sobre la bicicleta. Se trasladaron a Bilbao y desde ahí partieron hacia Estambul, recorriendo 3000 millas en solitario durante dos meses sin equipo de apoyo a una media de 80 quilómetros al día. Cuando acabaron este reto, con fuerzas renovadas, atacaron la hermosa montaña Ama Dablan, de 6856 metros y situada en la cordillera del Himalaya, consiguiendo coronarla en noviembre de 2005.

Era el pico más alto que habían ascendido, de casi 7000 metros y desde arriba, viendo el Everest, emocionados por la gesta y repletos de adrenalina, pensaron que ya estaban preparados para conseguir llegar al techo del mundo. Se fijaron un mes, mayo de 2006 y se pusieron manos a la obra para conseguir su objetivo.


Pero la gesta peligraba, un mes antes de emprender la ascensión no tenían fondos suficientes. Entre ellos y su inseparable equipo, Richard, James y Lucinda, teenagers como ellos y asesor, mánager y motivadora personal respectivamente (no sé que técnicas de motivación usará, pero cualidades parece que tiene) lograron remover cielo y tierra y consiguieron las 30000 libras necesarias para completar la misión. Finalmente, el 17 de mayo de 2006, con 19 años recién cumplidos, Rob Gauntlett y James Hooper se convirtieron en los británicos más jóvenes en escalar el Everest.

¿Fue esto suficiente? ¿Era escalar la cima más alta del planeta su obra magna? En absoluto, podríamos decir que todas las empresas anteriores no eran más que un entrenamiento para su próximo reto, que consiguieron realizar hace escasos días.

La idea nació en el campamento base antes de empezar la ascensión al Everest. Rob y James pensaron que el planeta estaba sufriendo mucho con la contaminación y que eso afectaba al cambio climático que estábamos sufriendo, así que pensaron que la mejor manera de concienciar al mundo era empezar por los más jóvenes pues al fin y al cabo son los que heredarán La Tierra. Así que se pusieron a ellos mismos de ejemplo del "querer es poder" y decidieron hacer una gesta que nadie jamás hubiera hecho y en unas condiciones nunca utilizadas por ninguna persona hasta la fecha.

Viajar desde el Polo Norte hasta el Polo Sur ayudados únicamente de medios humanos y energía limpia (nada que no funcione o no sea arrastrado por medios naturales o animales)

El objetivo del titánico viaje, como ya he explicado, es concienciar a los jóvenes de que no hay nada imposible (de hecho ahora son los rostros del popular anuncio de Adidas "Imposible is Nothing") y que con esfuerzo todo lo que te propones puede conseguirse. Paralelamente, gracias a las vivencias que han acumulando durante su ruta pueden hablar con conocimiento de causa sobre el cambio climático y como afecta al planeta. De hecho, debido a ello, nada más comenzar el viaje una placa de hielo se resquebrajó (algo que no hubiera ocurrido hace veinte años) y provocó que Rob cayera al agua y permaneciera inconsciente durante cuatro horas, a punto de morir. Unos cazadores lo alojaron en su tienda y con una olla de agua hirviendo lo mantuvieron en calor hasta que llegó el helicóptero de transporte. El accidente no les desmoralizó y cuando Rob se recuperó continuaron su hazaña, partiendo desde Groenlandia con un trineo arrastrado por perros, después navegando en un velero hasta New York y desde ahí en bicicleta hasta Punta Arenas, en Chile. Después de nuevo en velero dirección Este, para alcanzar su objetivo al llegar a la zona geomagnética del Polo Sur el día 382 de su viaje (hace 4 días) y finalmente dirigirse a Sydney para dar su recorrido por finalizado (lo que ocurrirá dentro de 2 ó 3 días) tras 40000 quilómetros navegando, pedaleando, sobre trineo, andando e incluso nadando.

Desde este agujero, el único blog español que menciona esta empresa a día de hoy, estamos impresionados por el tamaño de las pelotas de estos imberbes y auguramos (sin necesidad de ser videntes ni adivinos) que innumerables medios de comunicación se harán eco de la noticia a partir de ahora, a parte de la aparición de algún que otro libro y película dedicada a esta hazaña y por supuesto el estreno del documental que un cineasta mexicano, que se unió a la expedición a su paso por Texas, está preparando sobre la aventura.

Ahora, querido lector, después de conocer la increíble historia que hasta hoy han protagonizado estos jóvenes, queda a su criterio decidir si es un misterio que estos chavales decidan pasar toda su adolescencia "mal viviendo" o por el contrario estamos ante una explicación tan sencilla como que no podía ser de otra forma, pues nos encontramos ante seres sobrenaturales.




Página oficial: 180 Degrees

viernes, 25 de abril de 2008

Oops...!

Telefónica ha vuelto a hacerlo. Pero mientras lo de las Daft hands fue copia pura y dura, esto es una inspiración, aunque más que evidente, en el videoclip de las camisetas molonas (Cuvric dixit):


Nuevo anuncio de telefónica:




Videoclip de las camisetas molonas:





Creativos de Telefónica, si tienen cojones para inspirar la próxima campaña en este videoclip, ya me tienen ganado para venderme lo que quieran.

lunes, 21 de abril de 2008

Soy Fascista

Hace poco vino a la Monumental de Barcelona la máxima figura del toreo José Tomás –que no deja que se televisen sus corridas, como la mayoría de los pudorosos mortales- y, aprovechando la coyuntura, dos amigos míos se presentaron en esta ciudad oficialmente declarada antitaurina para ver a JT hacer su trabajo.
No soy yo un alma delicada que sepa apreciar las filigranas de esta escenografía, lo reconozco, pero al tiempo tampoco me molesta que unos miles de aficionados se reúnan de tanto en tanto para formar parte de una liturgia que, por lo visto, les alegra el ánimo y vacía el bolsillo. Bien por ellos.
No opinan lo mismo, empero, aquellos que me encontré en frente de la Monumental al acompañar a uno de mis amigos: un turba de unos 200 individuos vociferaba improperios con la vena cava a punto de estallar. Era una cuchipandi bastante homogénea en su estética costra y heterogénea en cuestión de edades: desde la muchachada que aún se cree lo de la A rodeada por un círculo, hasta rancios veteranos que no se han dado cuenta de que no es ya mayo del 68. Todos ellos, sin embargo, coincidían en el grado de fervoroso odio que supuraban hacia los que, en la acera de enfrente, iban entrando ufanos a la plaza de toros. Asesinos, catetos, hijosdeputa, fascistas, eran algunas de las lindezas que repetían como un mantra, sazonándolos con deseos de muerte para JT y reivindicaciones por una Cataluña libre (pobre Cataluña, libre o no).
Total, que me los quedé mirando desde la acera taurina por puro afán antropológico. Sin casi quererlo, mi mirada científica se posó sobre unos cuantos de los miembros de la turba vociferante que se percataron rápidamente de que eran escrutados. He de reconocer que me sorprendió su reacción: me invitaban con gestos desafiantes a cruzar la calle para acercarme a ellos, me señalaban con el dedo índice para acto seguido pasarse el pulgar por el gaznate, ñiiieeec. No sé si pretendían que me sintiera amenazado o qué, pero lo que sí que consiguieron es mi más profundo desprecio.
Yo creo que con el discurrir de los años; con pruebas irrefutables como la cáscara ajada, el cabello esfumado y la inocencia dilapidada; uno se da cuenta –o debería- de su mediocridad natural. Pero esto ocurre menos veces de las deseables, y es entonces cuando aparecen toda clase de salvadores con sus ideas geniales y sus ideologías abisales.
Y la verdad es que éstos tienen bien claro quiénes son los malos, sus malos. Fascista, es su apelativo favorito para señalarlos. ¿Qué te gustan las corridas de toros? Eres un fascista, ¿has ido a ver esa película americana de espartanos en taparrabos?, jamás, pues es una fascistada, ¿qué eres oriundo de, no sé, Burgos? ¡Fascista de nacimiento! Y así.
En fin, decía que llega un momento en que nos deberíamos dar cuenta de lo insignificantemente mediocres que somos todos: desde el banquero hasta el perroflauta de la plaza del Reloj, pasando por ese al que vi entrando en la Monumental creyéndose el novio del mundo. Sin embargo, estos cazafascistas se creen en la posesión de la verdad absoluta, como Federico, y la verdad es que irrita un poco. Pero sólo un poco, ¿eh? No se vayan a pensar...
Relativismo puro, lo sé, pero no lo puedo evitar.

En los dos últimos posts de este insignificante blog nos hemos encontrado con que una pequeña turba de aspirantes a trolls han intentado desairarnos con expresiones como “gafapastas asquerosos, putos gafapastas, etc.” Admito que al principio me pilló este ligero revuelo por sorpresa, ya que desde aquí jamás hemos buscado la confrontación ni hemos pretendido faltarle al respeto a los disminuidos psíquicos. Supongo que, al fin y al cabo, no hemos podido evitar ser señalados como los malos por alguien. Y ese alguien no puede (no sabe) hacer otra cosa que señalarnos y llamarnos fascistas (o putos gafapastas).


Y punto final: sí, soy fascista.

Espero que me disculpen el ladrillaco, no volverá a ocurrir. Prometido queda.

Con un doble tirabuzón y en un desvergonzado ejercicio de vagancia, les recomiendo 3 películas, 3, sobre fascismo, toros y gafapastas cada una:
-Raza, de José Luis Sáenz de Heredia (Para colgarse de un pino).
-Chantaje a un torero, con El Cordobés. (Para abrirse las venas).
-La vida secreta de las palabras, de Isabel Coixet, esa fascista (Un vaso de cianuro).
Espero no haberles espantado por siempre jamás.

martes, 15 de abril de 2008

VS.

Buenas tardes/noches/mañanas, señores. Aquí, míster Vovdilan estaba maquinando un post rebosante de investigación y educancia, sobre un tema al que otro de los lerdines ignorantes calificó como atrevido. En realidad no usó la palabra atrevido, usó otra mucho mejor, pero entre el paso del tiempo y mi fuga crónica de neuronas soy incapaz de recordarla.
La cuestión es que ese comentario en principio me llenó de orgullo, pues lo bueno de la ignorancia es eso, que es atrevida. Pero al flexionar dos veces, es decir, al reflexionar, llegué a la conclusión de que igual era excesivamente atrevido para mi nivel de ignorancia.

Con esta introducción sin el más mínimo interés lo que quiero decir, en resumidas cuentas, es que iba a hablar sobre una cosa y al final voy a hablar sobre otra.

Y lo que voy a hacer es imaginar unas confrontaciones con las que quiero generar debate, o por lo menos, que mi madre me vea escribiendo con el ordenador, que ya estoy harto de que me pille pelándomela viendo vídeos de fisting con enanos.

No more preámbulos, al turrón.



El más colgado de la música electrónica. Aphex Twin vs. Mr. Oizo.

Aphex Twin es el alter ego de Richard David James, un señor que, según extraigo de la Wikipedia, ganó una competición "por hacer que su Sinclair ZX Spectrum tocase una melodía poniendo el volumen del televisor al máximo y alterando los colores de la pantalla produciendo diferentes ruidos". Entre eso, y haber participado en la genial aberración Rubber Johnny (que no es un videoclip, es un corto experimental) yo creo que presenta unas credenciales suficientes para su candidatura al más colgado.
Mr. Oizo, que en realidad se llama Quentin Dupieux, y no es el muñequito del anuncio de Levis (ese se llamaba Flat Eric) es un francés que hace electro. Un electro como las tortillas de patatas de Adriá, desestructurado. O reestructurado a su estilo más bien. Un visionario, vamos. Para comprobar su nivel de colgadismo habría que escuchar uno de sus discos (aquí una muestra) pero como sé que no lo van a hacer, les cuento como es la carátula de su último disco: por delante un dibujo de un muñeco hinchable, por detrás un tío afeitándose el bigote, y en el interior la sombra de un caballo y un cuestionario con preguntas tales como "B- Do you like normal music? What is normal music? What's your favorite bit of Moustache (half a scissor)? Are you sure? N- Do you think your computer understands poetry? O- Are you dead? Are you sure?"




El más atormentado del rock. Kurt Cobain vs. Ian Curtis

Kurt Cobain se pegó un tiro en la cabeza en el garaje de su casa, tenía 27 años. Ian Curtis se colgó en la cocina mientras escuchaba a Iggy Pop, tenía 23 años.
Sobre Kurt hay un mojón de Gus Van Sant que se llama "Last days". Sobre Ian se ha hecho "Control", inédita en España, pero también le puedes ver colgar los pies en "24 hour party people".
Ian se divorció y Kurt tuvo que soportar a Courtney.
Una muerte derivó en New Order y por consiguiente, en Blue Monday. La otra en miles de atormentados y Dave Grohl haciendo el cabra y ganando pasta.




Los más robots. Kraftwerk vs. Daft Punk

Oscuros, alemanes, inquietantes, influyentes, inteligentes. The Robots.

Kraftwerk - The Robots



Brillantes, franceses, divertidos, influidos, listos. Robot Rock.

Robot Rock




¿CONCLUSIONES?
¿OPINIONES?
¿APORTACIONES?
¿ERECCIONES?

martes, 8 de abril de 2008

Para todos los públicos

Según la Wikipedia, una parafilia (del griego παρά, para, "al margen de", y φιλία, filia, "amor") es un patrón de comportamiento sexual en el que la fuente predominante de placer no se encuentra en la cópula, sino en alguna otra actividad. Las parafilias se consideran inocuas salvo cuando están dirigidas a un objeto potencialmente peligroso, dañino para el sujeto o para otros, o cuando impiden el funcionamiento sexual normal.

Por ejemplo, un día cualquiera, el adolescente X, volviendo del insti por las callejuelas del casco viejo de su ciudad, se topa con que alguna vecina ha tendido la ropa a la vieja usanza: telas blancas atravesadas por un sol mediterráneo, haciendo tirabuzones y virutas por la leve brisa veraniega que las mece. Pero nuestro adolescente X no entiende de poesía visual y lo único que le llama la atención es una prenda en particular: esas braguitas con la candorosa cara de Hello Kitty impresa.
Y por arte de birlibirloque nuestro adolescente siente un chasquido en su desperezante miembro y un mini hongo nuclear en su encéfalo, ka-boom; seguido todo ello de una generosa erección bajo sus vaqueros. Y ya tenemos el lío montado: el jovenzuelo se ha convertido sin remedio en un esclavo de las braguitas de Hello Kitty, un fetichista, un PARAFÍLICO hasta el fin de sus días. ¿La razón? Un misterio de los denominados insondables.

Pero así de simples y crípticos son los nacimientos de las parafilias: la más inopinada de las causalidades (unas braguitas de Hello Kitty recién tendidas, como hemos visto) puede desencadenar las más variopintas manifestaciones del subconsciente inconsciente y procaz que, en el mejor de los casos, te condena a una existencia dedicada en exclusiva a la satisfacción de sus exigencias. Te convierte en su esclavo ad eternum (toma latinajo metido con calzador).
Así, el que se convierte -pongamos por caso- en un fetichista de calzado femenino de vertiginosos tacones podrá llevar una existencia aceptablemente apacible, pues su hambre de zapatos es fácilmente saciable, siendo el calzado un bien de consumo de precio razonable y al alcance de la masa en las numerosas tiendas especializadas en el tema que ocupan los bajos de las principales calles comerciales.
Tal vez el sufrido amante de los pies femeninos lo tenga un poco más difícil que su colega “calzadista”, pues bien es sabido que los apéndices denominados pies incorporan un ser humano en su parte superior y, además, no suelen estar a la venta en Europa Occidental. De este modo, la capacidad del sujeto para seducir señoritas que estén dispuestas a dejarse lamer la planta de los pies y roer el esmalte de las bajas uñas se convierte en un factor asaz importante. Pero aún así, el esclavo de unos pinreles de mujer puede disfrutar de una existencia mínimamente feliz y saciar su hambre de tanto en tanto.


El que realmente lo tiene jodido es aquel pobre parafílico que se revela como un contumaz necrofílico, o como un pedófilo extremo (de 0 a 5 años, fisher price style), o quizás un coprófago insaciable. Este lastimoso sujeto está condenado a sufrir un hambre sexual eterna, pues el hecho de saciarla, o tan sólo dar unos pasos en pos de ello, le convierte en un atroz y degenerado monstruo socialmente inaceptable; no tardando el pobre diablo en oír y ver como la Voz de la Moral reclama sus testículos o su ingreso en una penitenciaria –sea ésta ordinaria o psiquiátrica. Si no la muerte.

Por supuesto, el cine no ha dejado pasar semejante filón y aquí les dejo unos ejemplos de parafilias en el celuloide recomendados por un servidor, que siempre es garantía de ignorancia. Para que no se me quejen:
-Nekromantik. Cuando gustas de amantes bien tiesos. (Necrofilia)
-Pink Flamingos. Sólo es una escena, archifamosa, humeante y suculenta. (Coprofagia).
-Los perros dormidos mienten. El mejor amigo de la mujer. (Bestialismo)
-La Grande Bouffe. Donde el vientre se une al bajo vientre. (¿alimentofilia?)
-Crash. Esa cicatriz purulenta me pone. (¿accidentofilia?).
-La Pianista. Concierto a puño cerrado. (masoquismo).
-Lunas de hiel. The love boat Polanski version. (sadomasoquismo).
-La secretaria. Maggie Gyllenhaal nos pone berracos. (sadomasoquismo).

martes, 1 de abril de 2008

MY FAVORITE THINGS

Me dispongo a usurpar, con nocturnidad y alevosía, el terreno de mi amigo y colega el doctor estanli cuvric para presentar una serie de películas de terror que, por unos u otros motivos que ya iré explicando más adelante, y siempre desde un punto de vista tan personal como ignorante, son las mejores de cada uno de los subgéneros dentro del GÉNERO por excelencia.

ESPÍRITUS Y FANTASMAS

Es bien sabido que los que mejor tratan las historias de fantasmas son los orientales, de esa zona del mundo han salido casi todas las películas de espíritus que más me han acojonado de los últimos tiempos: Ringu, Gin gwai (aka The eye), The Grudge (La maldición) sobretodo Honogurai mizu no soko kara (Dark Water) (para quien la recuerde, hay una escena en el ascensor que es brutal) y un largo etcétera. Ya dirigidas por individuos sin los ojos rasgados hay otras destacables como la magistral El sexto sentido, la similar pero a la vez diferente Los otros, la correcta El último escalón y la entrañable Poltergeist. Pero la que quiero recomendar especialmente y realzar por encima de las demás no es otra que The Changeling o El final de la escalera, película de culto ochentera, casi perfecta en su factura y terrorífica y sugerente para el espectador sensible al género del terror, concretamente el psicológico.
Dirigida por Peter Medak nos presenta la historia de un músico (George C. Scott) que ha perdido a su familia recientemente y acaba alojado en una casa de esas que quitan el hipo. Poco a poco va descubriendo cosas extrañas, posible actividad ectoplasmil, habitaciones secretas que ocultan siniestros objetos o pelotas rojas que descienden... Bueno, mejor no sigo porque no dejaré nada para la sorpresa (si quieres ver la escena pincha aquí) Así que amiguitos, si no habéis visto esta obra maestra ya tardáis, que estamos hablando de la que para algunos es la mejor película de terror de la historia. Sino que se lo pregunten a Amenábar, quien por cierto rodó una escena para Los otros calcada a una que aparece en este peliculón a modo de homenaje.










ZOMBIES

No es un género que me infunda demasiado terror (el justo y necesario) pero aun así las películas que incluye me gustan bastante. Por este apartado no podemos pasar sin mencionar a la predecesora y la que para muchos es la mejor película de zombies jamás rodada Night of the Living Dead (La noche de los muertos vivientes) del 68, aunque personalmente de George A. Romero yo me quedo con Dawn of the Dead (la de 1978, aunque la moderna tampoco está mal) De este subgénero también me gustan 28 días después (sí Enjuto, ya se que no son zombies, son infectados) y la reciente Soy Leyenda (sí, tampoco son zombies y para muchos es una castaña, pero a mí me gustó) No me gustaría dejar de mencionar Demons, escrita por Dario Argento y dirigida por Lamberto Bava, aunque no la recuerdo lo suficiente como para recomendarla, Cementerio Viviente (con esta sí me acojoné) o Planet Terror, la última y entretenida gamberrada de Robert Rodriguez. Pero si hablamos de películas que para mí, por todo lo que han representado o me han hecho disfrutar, aun teniendo en cuenta que no es cine de zombies al estilo al que estamos acostumbrados, me quedo con la trilogía definitiva del cine de terror: Evil Dead (Posesión infernal) y sus dos secuelas Evil Dead 2 y El ejército de la tinieblas.
Mi primera relación con Posesión Infernal no fue del todo como debería haber sido. Tenía unos 15 ó 16 años y estaba de vacaciones en un pueblo de Andalucía. Allí, en un bar, nos reunimos todos los chavales a ver una peli de miedo que alguien había traído. Por aquellos entonces yo era igual de tonto que ahora pero más ignorante, si cabe, así que me tiré toda la película haciendo chistes malos y molestando a más no poder con tal de impresionar a las mozas del lugar. Así fue como acabó el film y entre chistes y partidas de futbolín no me había enterado de nada.
Años después, cuando fue estrenada en España Army of Darkness, entré a verla con mi hermano a un multicines en el que no estrenaban nada más interesante, pensando que, gracias al poster de presentación tan engañoso, nos enfrentaríamos a una especie de mezcla entre Mad Max y Los guerreros del sol pero en cutre.
Salimos del cine impresionados y emocionados y como al principio de la película vimos que se trataba de una secuela procedimos a buscar sus antecesoras para descubrir con asombro que la primera parte ya la había visto. Lo demás es historia, volví a visionar las tres películas (en realidad Evil Dead 2 es casi un remake) y me di de cabezazos en la pared por haber sido tan estúpido.










PSICOKILLERS


No soy un experto en este tipo de películas (en las demás tampoco, pero he visto más) ya que no acaban de gustarme demasiado. Son demasiado estereotipadas, al final ya sabes que dirección va a coger cada personaje cuando huye y como el malo de turno va a atraparlos (casi siempre sin necesidad de correr)
Supongo que el primero en aparecer en el mundo del cine fue Norman Bates en Psicosis. Aun no siendo la típica película de asesinos despiadados, el hecho de ser dirigida por Alfred Hitchcock la hace merecedora de ser mencionada en este panfleto. También me gustó bastante Viernes 13, pero sólo he visto la primera y alguna secuela cuyo número no recuerdo. No he visto películas míticas de psicópatas como La matanza de Texas o la primera Halloween (aunque sí H20 y la última dirigida por Rob Zombie, que para ser sinceros me gustó bastante)
No podemos abandonar está sección sin nombrar al gamberrete más famoso del cine de terror, el para muchos simpático Freddy Krueger, de la saga Pesadilla en Elm Street, cuyo intérprete Robert Englund vivirá eternamente en la fama gracias a que en su día se enfundó un jersey de rayas rojas. Ya en los últimos años ha irrumpido un personaje realmente perturbador, elegido por los usuarios del portal de cine hoyCinema.com como el psicokiller más temido del cine, Jigsaw, el villano de la saga Saw. Aunque de todas las películas de asesinos psicópatas yo me quedo con Alta Tensión, de Alexandre Aja. Su ritmo trepidante, su continuos giros argumentales, la brutalidad de las escenas de asesinatos y sobretodo la tensión que se pasa viéndola la convierten en la película de este género más recomendable por mi parte.



Ya esta bien por hoy, se que me dejo muchos subgéneros dentro del terror. Casas encantadas, vampiros, monstruos, etc. y muchas películas que entran dentro de estas categorías: El resplandor, House, The host, Alien el octavo pasajero, Carrie... Aunque eso será otro día. Pero por si alguien se ha quedado con ganas dejo aquí abajo dos trailers que harán las delicias de más de uno:


My name is Bruce

Siguiendo en la linea de la película de J. C. Van Damme que cuvric nos recomendaba por ahí abajo, en 2007 se estreno My name is Bruce, donde el archiconocido en el mundillo Freak Bruce Campbell (protagonista de la saga Evil Dead) produce, dirige y se interpreta a si mismo en esta locura donde Bruce Campbell, un actor de serie B de películas de demonios, es contratado por los habitantes de un pueblo para librarse de unos monstruos reales que han aparecido, aprovechando su experiencia en ese campo. ¿Demasiada información en muy pocas líneas? Aquí tenéis el trailer.





Lost Boys: The Tribe

¿Será una mierda? Por supuesto, para que dudarlo, pero sólo escuchar la canción Cry Little Sister de Gerard McMann, uno de los mejores temas jamás aparecido en una película (a la altura de I Was Born Under a Wandering Star o el que da título a este post) me hace notar cosquillitas por ahí abajo. Además la interpreta el bueno de Corey Feldman, otro icono de mi generación que nunca será capaz de meterse tanta droga como para que deje de tenerle respeto. ¡A disfrutar!