lunes, 20 de octubre de 2008

Hablando de la Crisis. Filosofía de Plástico.


En castellano tenemos una sola palabra para definir vida, lo cual provoca frases tan absurdas y paradójicas como “esta vida no es vida”. Sin embargo los egregios griegos de hace miles de años tenían dos palabras para hablar de la vida: zoés, de la cual provienen palabras como zoológico; y bios, que ha dado lugar a términos como biografía y biopsia, por ejemplo.

Zoés y Bios. Ambas significan vida, y ambas quieren decir cosas diferentes. Zoes habla de una vida colectiva, grupal, y su calidad se mide por dos parámetros básicos: la ausencia de dolor y la duración de que goza, cuánto más larga mejor. Bios, por el contrario, se aleja del contenido colectivo, es una palabra que refiere directamente a la individualidad, y cuya calidad no se valora de modo alguno en función de su duración o la ausencia de dolor. Bios no se puede medir si no es por sí misma, por su propia identidad. No importa que dure un día u ochenta años, es la intensidad lo que cuenta, un sentimiento único, desmesurado e inmensurable. Bios evita que seamos muertos vivientes, zombis o infectados.
Entonces yo me pregunto, oh, si acaso es lícito obligar a los locos, a los depresivos o a los suicidas a tomar cócteles de droga para alargar su vida, su zoés, con la intención de evitar que se suiciden o que vivan sin ningún tipo de dolor, pero tampoco de intensidad. ¿Es acaso justo? Yo no lo creo, aunque probablemente un psiquiatra diría lo contrario, mejor argumentado y mucho más elaborado. Acabaría con mis balbuceos de un plumazo científico y racional.
Supongo que en un momento indeterminado de la Historia de la Humanidad Zoés acabó con Bios. Sentido de preservación de la especie y todas esas matracas. Inteligencia colectiva e histórica. Somos animales y es difícil despojarse del miedo al dolor.
Es inevitable: todos tenemos esa pequeña batalla dentro de nosotros, y parece ser que la mayoría nos encontramos mucho más cómodos con la victoria de zoés que con la emboscadas traicioneras de bios.
Guerrilla, vaya.
Y eso desgasta.
Y de ahí la crisis financiera.