jueves, 15 de enero de 2009

Equilibrio medioambiental y gastronomía exótica

En contra de mi voluntad, y debido a compromisos ineludibles y constantes, este blog está bastante abandonado. El post de hoy es tan sólo un espejismo en medio de un desierto, así que pueden estar tranquilos: el pírrico ritmo de actualizaciones permanecerá bajísimo sine die.

Tan sólo quería hacerles partícipes de mi alborozo al haber descubierto uno de los mejores insultos jamás esputados. Lo descubrí hace unos días, leyendo el magnífico libro de
Jared Diamond, “Colapso”; en el capítulo dedicado a la antigua civilización de la Isla de Pascua (malamente retratada en la película Rapa-Nui) y los motivos de su desaparición. Resulta que los alegres indígenas pascualenses convivían de forma más o menos pacífica hasta que, debido a su obsesión compulsiva de construir Moais cada vez más colosales, el débil equilibrio medioambiental insular empezó a resentirse. Para la construcción de los enormes Moais eran necesarias muchas herramientas e instrumentos de transporte, y la única materia prima para fabricarlos era la madera de los densos –aunque frágiles- bosques interiores que por entonces poblaban la isla. El ritmo de tala y esquilme de madera fue tan brutal que llegó el inevitable momento de escasez: los bosques se vieron tan afectados y reducidos que una gran parte de la fauna que allí habitaba también desapareció. A los simpáticos indígenas de las diferentes tribus, que hasta entonces tenían una dieta basada en todos estos animalicos desaparecidos, les entró un fuerte canguelo: conseguir comida era cada vez más complicado y los excedentes alimentarios ya eran cosa del pasado, un recuerdo etéreo en las brumas de la memoria. Cada año, la situación era más crítica, pues aunque los pascualenses habían dejado de erigir Moais y demás construcciones mastuerzas, la manduca era muy escasa. Y había ganas de chicha. Consecuentemente, las armoniosas relaciones que imperaban entre las diferentes tribus desaparecieron como lágrimas en la lluvia y se dio paso a una etapa de pseudo-guerra civil propiciada por la competitividad para conseguir recursos y alimentos. Pero las ganas de chicha continuaban y el paso en el que están pensando, estimados lectores, no tardó en darse: ¡Canibalismo! ¡Antropofagia! ¡Yuju!

Y llegamos a donde queríamos llegar: en tal situación de agresión constante entre tribus que salían a cazar rivales brotó una bella expresión de desprecio hacia el otro. Un insulto sublime, un axioma que deberíamos popularizar de nuevo... helo aquí:

“La carne de tu madre se queda entre los dientes”

Magnífico.

14 comentarios:

El Hombre de la Pústula dijo...

De lo que colegimos que mentar a la madre es un modo de insulto universal, así como también es común a todo ser humano lamentarse de las fibras de comida que se pierden para siempre entre sus intersticios dentales o caries en general. Mondadientes, claro, no usarán...

Todo un canto a la humana memez, sí señor. Eso sí, estanli, espero que compense de algún modo estas sesudas lecturas, o acabará convirtiendose en todo un herudito.

estanli cuvric dijo...

No Don Bubón, no. Yo me leo eso solo por los exabruptos, igual que cuando compro el playboy es por los artículos.

estifen quinj dijo...

Camarada, es lo más hiriente que he escuchado en mucho tiempo (gracias a Dios no veo el gran hermano, ni la noria, ni cosas de esas, mi ignorancia alcanzaría cotas mastodónticas)

El nombre de quien inventó tan ingenioso insulto debería estar en el salón de la fama junto al del señor de etnia gitana que profirió a un compadre suyo la siguiente frase (que aún recuerdo después de tantos años): ¡¡¡Malas diarreas te entren y te quedes pegao a la taza del water!!!

Mr Blogger dijo...

hay un insulto peor. La polla de tu padre me cabe entre los dientes y no se me queda XDXDXD

mis4ratos dijo...

tu madre me hace bola!

Folks dijo...

Entre tu padre y tu madre, lo que no lleva bigote es tu padre, ¿no?.

Also:
Me cago en tu puta madre y quien crees que es tu madre.

daneida

Nina Raval dijo...

Esta gente con lo de los monigotes esos de canto rodao también debieron acuñar lo de "a tu madre me la he pasado yo por la piedra".
Estoy suponiendo na'más.

estanli cuvric dijo...

Señores, gracias por las aportaciones, pero me permitirán señalar que ninguna de sus propuestas es tan evocadora como la de la pascuálica ínsula.

Folks dijo...

Cierto, como dicen en las facultades de NewAgismo: "La técnica ha corrompido nuestra creatividad".

Aunque yo a un Moai de esos me lo follaba.

Milgrom dijo...

Es que es normal que se les quedara entre los dientes. Si se habián pulido todos los árboles, ¿cómo narices iban a fabricar palillos mondadientes?

La idea de canibalismo siempre me ha recordado al chiste aquel de: "¡Está bien!, ¡toma tu pezón histérica! ¡Prrts!

Anónimo dijo...

Resulta de todo punto consolador saber que el propio apocalipsis que nos aguarda a la vuelta de la esquina y que llevamos décadas buscándonos dará, a la postre, tantos motivos de carcajada y refocilo al "antropólogo" inocente y alienígena que venga en taxi espacial a estudiar los restos de nuestro colapso.


No deja usted nunca de sorprenderme en sus lecturas, maese Cuvric; confieso que en algún momento llegué a sospechar que la única literatura que le agradaba a usted era la escrita por autores susceptibles de ser finiquitados por el pensamiento. Usted me entiende, mendiós!

hijoeputa dijo...

"La carne de tú madre se me queda entre los dientes", es muy bueno, sí, pero la verdad es que me mola más el de "Tu madre me hace bola". De todas maneras esto se lo dices así a bote pronto a alguién en la calle y la verdad es que puede entender mejor el primero, el segundo habría que explicárselo. Sin embargo en una civilación canibal, el segundo es más directo y contundente. Apunto los dos para cuando nos llegue el momento.

El Hombre de la Pústula dijo...

Se me olvidaba comentar el descubrimiento de Sam Gambini, autor de ese magnífico Blue Moai.

Aprovecho para conminarles a que continúen sentando cátedra.
Que buena falta le hace a este país.

El Hombre de la Pústula dijo...

Se me olvidaba incluir el verificador de palabra, que para el comentario anterior era COPITI, y ahora es NUNCHELE.