miércoles, 3 de diciembre de 2008

Es justo


Siempre me dijeron eso, que no es correcto abusar de los demás por ser más grande y fuerte. ¿De qué sirve tener más fuerza que la mayoría de las personas si no puedes partirle la cara a alguien cuando te viene en gana?

Dios me ha dotado con ese poder, pero sólo puedo usarlo en un ring. O un tatami. O en peleas clandestinas por un puñado de dólares. Siempre he creído justo eso, si un tipo se equivoca conmigo y le castigo el hígado hasta la saciedad estaría aprovechándome de una ventaja que yo he recibido y él no.

Es justo. Por eso sólo me parto la cara con gente de mi condición… o aquellos que me joden descaradamente y sabiendo lo qué les espera si los atrapo.

Antiguamente, antes de existir reyes, emperadores, gobernantes y toda esa mierda de gente, en un poblado o comunidad, el más fuerte hacía lo que le venía en gana sin esperar permiso de nadie. Sólo debía estar preparado para que no se lo pelaran por la espalda.



El que más follaba


Era justo. Al más fuerte había que vencerlo con artimañas. Después, cuando empezaron a utilizarse las herramientas, el más fuerte, ergo el jefe de la tribu, no era de hecho el mejor. Tenía posibilidades, pero para ser el macho alfa también tenía que ser listo y habilidoso.

Y entonces fue cuando todo se jodió. Cierto día, a un hideputa de esos se le ocurrió, ya cuando empezaba a chochear, que eso era demasiado bonito para perderlo todo porque un niñato egoísta había decidido acabar con él estrellándole un chusco en la cabeza. Así que se inventó una especie de regla no escrita (o escrita por él mismo) que decía que por algún tipo de designio divino sólo él y sus descendientes podían gobernar en el pueblo, reino o lo que quiera que sea, pues todo acaba siendo igual allá donde sea.

Y así fue durante mucho tiempo en muchos lugares. En otros, como en el Imperio Romano, funcionaba de otra manera. El jefe, por decirlo de una manera fácil de entender, más o menos era elegido por el pueblo. Pero a fin de cuentas era lo mismo. No era el hijo de, pero era el que tenía potestad para hacer lo que le saliera de los cojones con los demás.

Más o menos como ahora. Ahora elegimos a los gobernantes (al menos donde nosotros vivimos, que es lo que nos importa) y ellos son los que hacen y deshacen. Hacen lo mismo que miles de años antes un tipo con mi fuerza tenía el derecho de hacer. Ahora mi virtud sólo sirve para meterme en problemas.




Dependiendo del color de la corbata hay que acojonarse o no...

Se me ocurre un par de cosas que podría hacer con ella


Y así es como muchos de nosotros, por haber nacido pobres y sin suerte no tenemos más poder de decisión que elegir donde tomarnos el café de la mañana. Y eso si nos llegan los cuartos. Otros, por nacer ricos, suertudos, con ambición, inteligentes, y tantas otras cualidades que Dios les ha dado, tienen el derecho de usar todas esas condiciones para beneficiarse. Para perjudicar a los que no son como ellos.

Joder, que frío hace en la calle. Mierda, sólo me quedan dos cigarros. Tengo que dejar de fumar, demasiada pasta. ¡Me cago en la pu…! ¿Ese no es el director del Banco? Su puta madre, vaya cochazo tiene el cabrón.

Joder, no se como me ha entrado la neura, pero le estoy reventando la cara. Y me siento bien. Noto gente intentando separarme pero no pueden. Soy demasiado fuerte. A lo lejos oigo una sirena, creo que llegan tarde. Cada cual jode a su manera.

Es justo.




15 comentarios:

estanli cuvric dijo...

Compañero quinj, atina usted con este concienciudo a la par que entretenido análisis de la estulta naturaleza humana; siempre tan dada a justificar sus desmanes y chapuzas con el manido "y tú más". Somos perretes que no paran de ladrar... ¡que un rayo divinio de luces de colores acabe con la metástasis humana! ¡Por la pax!

El Hombre de la Pústula dijo...

Conmovedor alegato en contra de este simulacro de civilización en que vivimos, verdadero teatrillo de cantamañanas donde la fuerza bruta ya no es ese admirable fin en sí mismo que otrora fue, antes bien, vive prostituida al servicio del mejor postor.

Desde ese funesto día que tan acertadadmente ud. rememora, en el que la fuerza le vendió el poder al dinero y se vistió de uniforme.

Alzo mi copa de anticongelante por usté, señor Quinj!

Folks dijo...

Desde que el más rápido con una navaja mata más que el más fuerte, el mundo cambió.

Y ya con las armas de fuego, vuestro mundo se derrumbó.

Lo que no sé es qué pasará con los fásers.

mis4ratos dijo...

los listos ganan con arti/alimañas y los fuertes a hostias.no es mejor una cosa q otra. yo preferiría ser lista q fuerte, pero es cuestión de gustos.

estifen quinj dijo...

Gracias compañeros por vuestros comentarios, me animan a seguir dando leches

Joan dijo...

"Desde la lucidez y lo agorero" debería renombrarse el bloj, estupenda agenda espiritual desde que la descubrí.

Coincido plenamente en su análisis y añado que, es por lo que argumenta, que hay que empezar ya a olvidarse de monedas, billetes y tarjetas de crédito y adoptar el puño como moneda de cambio.

- Una barra de pan
- Un euro
- Una hostia en la cara es lo que te vas a llevar

Dicho y hecho. La barra de pan es nuestra y tenemos todas las de la ley. Y así, se puede hacer extensivo a la política, el deporte, el colegio o el carné de conducir. Precisamente no poseo este último artilugio de la mal llamada civilización y, alentado por esta nueva bocanada de realidad, acudiré raudo a Tráfico y después a un concesionario para equiparme con uno o varios vehículos y un carné con dos millones de puntos.

Por cierto, el músculo también debería regir la circulación, digo yo.

Saludos con el puño en alto y el otro en cobertura.

Anónimo dijo...

Qué barbaridad y qué desmesura atizarle a ese pobre hombre así, ¡ala!, a puño desnudo...

¿No había por allí un hierrazo con el que le bien machucar el cráneo? Lo digo porque, Diox no lo quiera, mendiós! que un nudillo roto es de mal curar, compañero...

Milgrom dijo...

Mi modelo en la vida es siempre Michael Douglas en "Un día de Furia"

pcbcarp dijo...

Sr. Quinj, si su encomiable actitud ante el director del banco fuera secundada masivamente, estaríamos cerrando el círculo de la evolución política. Molaría.

Danzante dijo...

Je, je, lo bueno es que el agresor sería demonizado. El banquero, que jode más que nadie, que es el que más folla en este mundo, sería "una pobre víctima de la violencia y la incultura, que nos lleva al desastre, ¡que patatín que patatán!"...

Haters dijo...

Bueno, bueno... Muy a favor de este post!

estifen quinj dijo...

Einstein dijo una vez:
"La calidad de un blog se mide por sus comentarios". Gracias.

hijoeputa dijo...

Bueno, muy bien, pero este sistema tiene dos fallos, el primero es que yo soy un tirillas, y si ahora me muero de hambre, con el sistema que proponéis seguro que la palmo. Y el segundo es que como para follar tuvieramos que andarnos a ostias unos con otros, la verdad es que no sé en que ibamos a gastar más ostias, si en tiritas o en condones. No se, como modelo de conducta ocasional no está mal, darle un par de ostias a alguien que te ha jodido aunque sea con una barra de hierro y por la espalda no esta nada mal, pero establecerlo como sistema de sociedad es algo más chungo en una sociedad global tecnificada y con unos cuantos de cientos de millones de individuos.

Mr Blogger dijo...

¿Pa que tantas molestias en moler a palos o a hostias a la gente si skynet surgirá dentro de nada?

Anónimo dijo...

Hola que tal mi nombres es Steffy, y veo que su blog
es original con mucho contenido realmente interesante.

Le cuento que tengo un directorio llamado "Mundo Inicio" me gustaría saber si usted
está interesado en formar parte de el, a cambio le pediría si podría enlazar uno
de mis 2 blogs que tengo, una es de "apuestas deportivas" y la otra habla sobre la
"ruleta y casinos en general". Porfa si estas interesado o quieres saber más al respecto no
dudes en contactarme: sist.deruelta@hotmail.com
Un fuerte abrazo. Saludos
Atte: Steffy